El tatuaje es un tipo de arte corporal muy personal que llevamos siempre con nosotros y que nos representa, y que no deja de ser una erosión o herida en la piel que requiere de una cicatrización que nos deja como resultado un gran diseño.
El modo en que cuidemos nuestra piel en el período de cicatrización del mismo, puede marcar muchísimo la diferencia, cambiando su acabado.
Tu tatuador siempre debe informarte una vez finalizado el trabajo de cómo debes curarlo, dado que cada obra, estilo, acabado y tipo e incluso momento de cada piel, son factores a tener en cuenta y que marcan distintas pautas, no tengas reparo alguno en comentarle todas tus dudas.
Es importante , que una vez hayamos acabado el tatuaje no lo cubramos inmediatamente, necesitamos que la piel respire y cuidar que lo haga en un entorno limpio y esterilizado como es el del propio estudio donde se realizó.
Colocar un film transparente, previamente con nuestro tatuaje limpio e hidratado, no excesivamente pegado con fuerza sobre nuestra piel durante las dos primera horas hará que no haya ningún tipo de roce directo con las prendas de vestir y que en la propia herida no entren bacterias ni suciedad.
Cómo cuidar un tatuaje los primeros días
Utilizar este plástico film higienizado que cada vez que quitemos, renovaremos por otro nuevo, como norma, algo más generalizada, lo haremos durante lo dos primeros días, pero debemos observar cómo va evolucionando la piel.
Este film sólo lo usaremos durante intervalos, para poder oxigenar la epidermis.
Dependerá por supuesto también de la localización y dimensión del tatuaje y sus detalles, pero en cualquier caso no debemos abusar de llevarlo puesto, ya que una excesiva sudoración provocada por esa protección, puede ser contraproducente para la cicatrización, además que hará que expulsamos más tinta de la habitual y perderá intensidad.
Recordar que siempre es normal que la piel expulse un poco de tinta y que se suavice el acabado.
En un tatuaje con color debemos tener especial cuidado con esto, y como se ha mencionado anteriormente ir observando la reacción la piel.
Por otro lado también seleccionar buenos profesionales que utilicen buenas tintas y pigmentos que ofrezcan mayor durabilidad.
Y recordar que nuestra piel absorbe prácticamente todo, y debemos cuidarla.
Es importante durante las dos primeras semanas utilizar también una crema específica que nos haga eliminar el enrojecimiento y cicatrizar rápida y eficazmente la piel sin perder o expulsar en exceso la tinta.
Con una pequeña cantidad es suficiente, no debemos saturar la piel y debemos aplicarlo suavemente hasta su completa absorción, buscando ser constantes y establecer rutinas equilibradas durante el día.
Por ejemplos dos o tres veces al día y compaginarlo con nuestro plástico film cuando sea necesario. Por la noche al descansar es cuando efectuamos la renovación celular.
Tienes infinidad de posibilidades para elegir la crema de tatuajes adecuada, y muchas opciones veganas, aunque cuentan con menos factores alérgenos.
La vaselina, conocida como uno de los famosos remedios, lubrica nuestra piel y puede hacer más vibrante el color de tinta sobre nuestra piel momentáneamente, pero no tiene las propiedades suficientes ni específicas para una mejor cicatrización, curación y preservación del pigmento.
El Karité sin embargo si ofrece unas propiedades más regeneradoras de la piel, pero no una completa preservación de los pigmentos.
Que nuestro tratamiento contenga Pantenol nos ayudará.
Y para evitar quebraderos de cabeza que tu producto sea lo más apto para todo tipo de pieles, y tenga un correcto proceso de testeo.
Siempre podremos mantener esporádicamente esa rutina de cuidado para que siempre esté cuidado.
Mantener la piel del tatuaje seca, limpia e hidratada también hará que durante su proceso de curación esté más fuerte, el proceso sea más agilizado y no genere malestar de picores.
Qué no hacer después de un tatuaje
No debemos rascar el tatuaje y más cuando atisbemos que existe alguna ligera costra ya que podemos eliminar parte del diseño.
A la hora de lavar y secar nuestro tatuaje esas dos primeras semanas tan importantes, debemos hacerlo con cuidado y usar una solución limpiadora o jabón pH neutro.
Nunca utilices agua con temperaturas muy extremas de calor o frío o durante un rato prolongado.
Tampoco es recomendable secar el tatuaje con una toalla pues contienen múltiples bacterias, es mucho más aconsejable con papel de celulosa o papel de cocina, que no deje pequeños residuos sobre nuestra piel y que absorba toda la humedad en exceso.
Lo ideal es hacerlo a pequeños toquecitos suavemente sin frotar bruscamente.
Cuánto tiempo se debe cuidar un tatuaje recién hecho
El primer mes especialmente pero también en adelante, extremar precauciones con la exposición directa al sol, con los rayos UV, con las saunas, piscinas y playas, y también con el maquillaje si fuese el caso.
Existen pegatinas de cicatrización de gran comodidad que se camuflan fácil y exitosamente en la piel para estas ocasiones, si nos vemos forzados a una determinada circunstancia, y no puedes estar renovando por ejemplo el film.
Pero no olvidemos que no dejan respirar igual a la piel, y que tenemos que esperar a que esa misma pegatina se vaya despegando sola, porque un mal tirón de ella, aparte de algo doloroso puede estropear el tatuaje.
Si tienes una piel sensible, no son muy recomendables.
El consumo de alcohol, drogas, estupefacientes o medicación anticoagulante antes, durante o después del tatuaje en un periodo que esté dentro de 48 horas es contraproducente para la cicatrización y la regeneración de la piel.
Todos estos consejos a tener en cuenta ayudarán a mejorar y alargar la vida de tu tatuaje.
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